Desde pequeña fui una niña muy tímida. Me costaba mucho expresarme, sentía que explotaría con tanto sentir sin poder sacarlo afuera, con los años surgió en mi una fuerza que hizo que decantara en el estudio del diseño, la cantidad de impulsos dirigidos en una idea social era la motivación (aun no desaparece), en esa etapa de mi vida mi cabeza explotó, BUM, no sabia la cantidad de aventuras que generaría con el tiempo. La inseguridad en mí fue algo que duro bastantes años, pero el empuje ariano fue la iniciativa para buscar nuevas formas de comprender que la vida tenia más posibilidades de las que me imaginaria.

Me fui lejos sola, y todas esas inseguridades generaron en mí un impulso que consistiría en la paciencia,  adaptación, lengua, espacio, cultura, economía, etc… y así pasaron muchos años.
La joyería genero en un lenguaje de oportunidad, junto con un compañero muy cercano que ayudo mucho en ese proceso. En ese camino fui profundizando tanto que todo se me iba haciendo pequeño, necesitaba más. Procesos importantes vividos detonaron una nueva manera de entender la fuerza femenina con la cual fui creado momentos de nacimiento.

Y así me entregué al mundo de las formas, naciendo ideas e ideas. Sin parar y con libertad, me tenían en un estado de placer constante, es así como en un momento me encuentro  exponiendo en el Dhub de Barcelona con un proyecto dedicado a Nicanor Parra y luego recibiendo el primer lugar del Premio Internacional de joyeria de Barcelona. Eso solo comenzaba ahí, como estudiante y con muchas posibilidades de expresar un lenguaje íntimamente personal.

Con un cansancio físico importante entre el trabajo y la escuela acabo mi carrera, fueron tres años intensos y mi energía y autoestima era otro, por fin entendía el camino, el sentido de mis derrotas y la aceptación de los acontecimientos. La ola continuaba y viajo a Milán, mi sorpresas surge con una llamada en italiano, debía estar presente para la entrega de premios en la Feria donde participaba. UFF un ardor de nervios timidez y ansiedad me traspasaba el cuerpo y asistí. Allí anuncian los ganadores premio Artistar 2016 con mi nombre, solo sentí ganas de comunicar a todos quienes me conociera casi como un viste!, yo puedo. Pero mi personalidad no es así, o mi timidez no me deja fardar de mis logros. Algo que comprendí con el tiempo.

No pensaba en volver a la Barcelona, hogar que tantas veces me acogió, y sin duda sigue haciendo, mi otro lugar

Mi realidad comienza a caminar por una linea totalmente inesperada pero mi creatividad e inquietud por nuevas maneras aumenta y surge. De aquí beberás, la maternidad nuevamente se hace paso, había que dejar salir.
Las caras de Violeta fue la continuidad y el nacimiento salió en color rosa, celeste y amarillo, la infancia ligada a la creación, hizo nacer significados internos, de amor, mi visión y de perdidas. El simbolismo y el significado irrumpían de la manera mas amplia en mi trabajo donde ya no podía haber vacíos sin contenido.

Nueva York y Atenas se unieron en un sentimiento de poder, logros, buen augurio y felicidad. Sentir que el camino es el correcto y continuar era el significado de tanta aventura. Barcelona no quedaba atrás fue la cuna y el laboratorio de oportunidades. Más proyectos han venido, algunos mas internos, que otros, pero dejaron huella de los cambios que ya llevaba sufriendo desde hace algunos años.

Separaciones y pandemias. Lo que acaba con un cambio transoceánico con Espuma de mar y un amor fallido. Tan cerca del mar y tan lejos de lo deseado. Espuma de mar abre un camino poético en mi lenguaje y marca la posibilidad de buscar recursos en plena pandemia que podían estar mas cerca de lo que pensaba ahorrando desplazamientos, lo que tengo aquí lo uso, un poco al estilo pandemia 2020.

En mi faceta neo-mística desarrollada hace años en Barcelona plasmo mis mas profundos pensamientos en el movimiento de energías en estados meditativos, contemplo imágenes y lenguajes. Allí nace Mystic form Pekín y Valencia 23. No pensaba en volver a la Barcelona, hogar que tantas veces me acogió, y sin duda sigue haciendo, mi otro lugar.

Amo lo que hago y amo enseñarlo, y amo estudiar y leerlo, amo los laboratorios de ideas y los riesgos, amo las oportunidades que se abren cuando estás en esa frecuencia, amo la gente que comunica y la que es capaz de leerlo. Amo las sensibilidades infinitas del mundo que me rodea, amo viajar y comunicar. Espero que mi vida continue así y quien quiera acompañarme bienvenido sea. La historia continua en El reino de los pájaros.