Hace años me propongo vivir en dos ciudades, nunca he podido dividirme por completo, pensar en estar en dos ciudades diferentes podría ser muy costoso. Viví 16 años en Cataluña, calculando el tiempo que he habitado ciudades en mi vida podría decir que mi infancia duró 9 años en Santiago de Chile, mi adolescencia 15 años en Quilpué, y ahí ya van 40 años. Actualmente vivo en un pueblo de la zona central de Chile cerca de Casablanca, lugar de viñas y vino, es mi cuarta etapa el retorno al país en un espacio rural, desde Raval barcelonés al campo cercano a una ruta secundaria en Chile.

El reino de los pájaros, le llamo así por que en momentos de silencio vehicular y en temporada de reproducción uno se siente estar ocupando su espacio, el canto de los diversos tipos de aves te recuerdan constantemente que estas en un sitio prestado y que por algún motivo dejan que este allí. Les pido permiso para habitar su espacio.

He diseñado joyas de diversos tipos, siempre me he puesto retos en el oficio, pero el mayor de los retos no fue solucionar una técnica, un engaste o una unión, sino fue la construcción de mi propia casa. Aquí en el reino de los pájaros he tenido que resolver problemas logísticos, pandémicos y monetarios fue un gran reto.

Y poco a poco mi idea de vivir en dos lugares se hace mas real. Mi objetivo es difundir a modo de enseñanza a las nuevas generaciones de estudiantes de joyería, mi misión es enseñar desde el acto simbólico conectando con el pensamiento artístico holístico. Haciendo incapié en la importancia del proceso, es por esto que desde aquí planifico mis proyectos y realizo mis estudios en el campo del medio artístico contemporáneo.

El retorno a mi país de origen no solo me ha recordado mi posición en el mundo sino que también ha reforzado la idea de mi propósito, enseñanzas lejanas en tierras ajenas han hecho efecto en el entendimiento de mi profesión y mi realización en el campo de la joyería.

Comienza en la siguiente entrega la Serie de joyería contemporánea.