Gijs Bakker, Collar/pulsera de tubo de estufa, 1967, Ⓒ Gijs Bakker | Una de las obras maestras de Gijs Bakker en la década de 1960. «Aproveché al máximo el maquillaje y la moda, e ideé una presentación».
En el capitulo anterior, (Cap.4) – Una mirada a las bellas artes: Europa, vimos las tendencias en Europa desde la década de 1950. En este capítulo, vamos a centrarnos en los Países Bajos desde la década de 1960.
Los Países Bajos han sido durante mucho tiempo líderes en el sector de la joyería contemporánea, con varios museos que albergan colecciones y exposiciones de joyería contemporánea frecuentemente. El país también ha tenido una presencia temprana de galerías especializadas en este campo de la joyería. Ha producido una buena variedad de educación universitaria, postgrado y escritores que han tenido un amplio impacto en el campo en su conjunto.
Se puede ver que las bases se asentaron en el período que veremos a continuación. Los cambios que tuvieron lugar en ese momento crearon un panorama casi nuevo en la historia de la joyería holandesa e influyeron en todo el sector de la joyería contemporánea después de eso.
Las influencias de las bellas artes también se observaron en los Países Bajos. después de la Segunda Guerra Mundial, artistas como Henry Moore (1898-1986) y Naum Gabo (1890-1977) incorporaron formas escultóricas y comenzaron a realizar joyería estructural.
En ese sentido, no hay mucha diferencia con Estados Unidos u otros países europeos, pero en Holanda hay cambios más fundamentales. Sus figuras centrales son Gijs Bakker (1942-) y Emmy van Leersum (1930-1984). Más allá de la joyería, Bakker es ampliamente conocido como diseñador industrial y fundador de Droog Design.
Basado en el modelado del cuerpo humano.
Como estudiante, Bakker se llevó bien con Leersum, quien luego se convirtió en su esposa. Después de graduarse se fue a Suecia a estudiar y a su regreso, comenzó a mostrar su trabajo, a veces junto con Leersum. Ambos apostaron por estructuras racionales y limpias, donde cada elemento formativo tuviera su razón de ser, y ambos prefirieron el acero inoxidable y el aluminio.
El objetivo de su trabajo era centrarse en el acto de vestir, que es una característica de la joyería, y crear obras basadas en la forma humana. Podría describirse como llevar el concepto de ‘corporeidad’ a la joyería.
A fines de la década de 1960, se produjeron vigorosamente obras que encarnaban esta idea, en 1967 se llevó a cabo un evento al estilo de un desfile de moda en el Museo Stedelijk de Ámsterdam. Esta exposición, en la que se presentaron modelos con maquillaje moderno y joyas, fue un gran avance en la unión entre moda y joyería, arte y diseño.
El trabajo de Bakker que se exhibe en este momento, el collar y el brazalete Stovepipe (se muestran en la imagen al comienzo de este capitulo), se puede ver la diferencia de pensamiento entre Leersum y Bakker. Según la historiadora de arte y curadora Ida van Zijl (1948-), Bakker no quería mostrar con este trabajo que los materiales industriales también podían ser joyas, sino empujar los límites de la joyería.
En otras palabras, para Bakker era esencial comunicar el mensaje detrás de la pieza. Leersum, por otro lado, quería que sus joyas armonizaran con la ropa y el cuerpo humano. Detrás de esto puede estar el hecho de que originalmente era un amante de la moda y no estaba satisfecha con las joyas disponibles en el mercado, por lo que eligió el camino de la joyería.
Emmy van Leersum, Brazalete, 1969, Material: Aluminio, ⒸColección de la Fundación Françoise van den Bosch ( Ámsterdam)｜Brazalete hecho con tubo de aluminio plegable, también ha creado obras utilizando acrílicos y composiciones lineales
Usar objetos: renovar estereotipos y rebelarse contra la tradición
En 1969, se llevó a cabo en los Países Bajos una exposición titulada ‘Objectos para usar’ y posteriormente realizó una gira por los Estados Unidos. Además de Bakker y Leersum, participaron en la exposición obras de Nicolaas van Beek (1938-), Francoise van den Bosch (1944-1977), Bernhard Laméris (1942-).
Los artistas participantes se rebelaron contra las tradiciones de la orfebrería y la joyería, representando el espíritu de la época a través de formas concisas y de gran formato realizadas principalmente en aluminio y plata. Eso no se limitó a estos cinco artistas, sino que fue la tendencia dominante en la escena de la joyería holandesa en general en ese momento.
Según la historiadora del arte y autora Liesbeth den Besten (1956-), los artesanos de la nueva era reemplazaron el nombre orfebre por diseñador de joyas y se dedicaron a una serie de obras de materiales industriales económicos en lugar de piezas de lujo únicas en metales preciosos. No significa que hayan descuidado la técnica o la habilidad. Bakker, por ejemplo, era muy hábil y hasta cierto punto, hacía todo él mismo con poca ayuda.
Este cambio radical generó adeptos y, durante un tiempo, el mercado se desbordó de obras que imitaban únicamente la forma. Al mismo tiempo, la joyería de vanguardia, incluidas piezas de Bakker y Leersum, recibió una amplia cobertura mediática en los Países Bajos.
Fue un desarrollo bienvenido, pero según Ida van Zijl, la razón por la que tales joyas atrajeron la atención fue su compatibilidad con las tendencias en el mundo de las bellas artes y la moda en ese momento. Por lo tanto, no generó suficiente impulso para cambiar la noción preconcebida de que joyería = adornos.
izquierda: Heiss Bakker, «Shoulder Piece», 1967, Material: Aluminio, Ⓒ Gijs Bakker | Formas a gran escala posibles gracias al aluminio ligero y asequible El aluminio se adaptaba bien a las tendencias futuristas de la época
derecha: Obra de 1970,»Propuestas de ropa» de Bakker y Rielsum, Ⓒ Gijs Bakker | Desarrollaron una nueva forma de ropa con telas y soportes altamente elásticos. Todavía se habla de las exhibiciones y espectáculos innovadores que organizaron en este momento.
Objeción y contra-objeción
Bakker y Leersum también tenían poderosos aliados. Según el curador holandés Karel Schampers (1950-), el artista visual y diseñador Benno Premsela (1920-1997), quien en ese momento era muy influyente y estaba bien conectado en el mundo del arte holandés, favorecía fuertemente las joyas modernas y sencillas hechas de aluminio. y acero inoxidable, descartando el oro por considerarlo anticuado.
Como resultado del dominio de estas ‘voces fuertes’ se produjo una situación inusual en la que los fabricantes que usaban metales preciosos, especialmente el oro, fueron marginados. Perdieron confianza y algunos artistas se distanciaron temporalmente de la producción de joyas.
Una caja con obras de miembros del grupo BOE, año de producción desconocido, ⒸColección Fundación Françoise van den Bosch (Ámsterdam) | Los detalles son difíciles de ver. Aún así, el trabajo es icónico, con una atmósfera espontánea que no está restringida por materiales o formalidad. Aunque el grupo duró poco, sus actividades fueron significativas y llevaron a la fundación del primer sindicato holandés de trabajadores de la joyería
En 1974, Onno Boekhoudt (1944-2002), formado en Alemania , Françoise van den Bosch, Marion Herbst (1944-1995), Karel Niholster Niehorster (1932-2003) y el escultor Berend Peter Hogen Esch (1945-2022) formaron un colectivo llamado B.O.E. grupo y se opuso a la política del gobierno que favorecía solo a algunos diseñadores de joyas, y puso énfasis en el proceso y respetó la expresión libre y diversa.
Uno de los miembros, Herbst, hizo un brazalete con una manguera de ducha en 1971. A primera vista, recuerda a «Stovepipe» de Bakker, pero si se comparan ambos, conociendo la posición de Herbst de no estar de acuerdo con Bakker y otros, puede verse este trabajo bajo un foco distinto.
El periodista Godert van Colmjon (1943-2009) señaló que la entonces popular joyería moderna era fría y objetiva, reduciendo al sujeto a un mero ‘portador’ y no abordaba la individualidad de cada persona.
No se puede negar la importancia de los cambios que hemos visto aquí, pero no debemos olvidar que también hubo estas diferentes opiniones detrás de la gran ola de cambio.
En el próximo capitulo, (Cap.6) Explosión de originalidad: voces de la nueva era, centraremos nuestra atención en las nuevas expresiones que han florecido desde mediados del siglo XX en todos los países.
Marion Herbst, brazalete, 1971, material: manguera de ducha (cobre cromado), ⒸColección de la Fundación Françoise van den Bosch (Ámsterdam)｜El tamaño es de 9,5 cm cuadrados. Herbst también creó obras coloridas utilizando textiles, enfatizando la facilidad de uso.
【Quién es Makiko Akiyama】
Graduada del Curso de Joyería Contemporánea de Hiko Mizuno Jewelry College. Después de graduarse, trabajó como maestra en la misma escuela antes de dedicarse a la traducción y la escritura.
Representante de Japón del Programa de Embajadores del Art Jewelry Forum. Coautor de «Primavera/Verano 2016_green gold» (Schmuck2 ed., 2017) y «Jiro Kamata: VOICES» (Arnoldsche Art Publishers, 2019).
Tumblr | https://makikoakiyama710.tumblr.com/
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※Esta serie de artículos se basa en la conferencia impartida en el programa en línea del Simposio de Joyería Contemporánea de Tokio, «Fundamentos de la joyería contemporánea», celebrado el 1 de mayo de 2021. *
※Está estrictamente prohibida la reproducción o el uso no autorizado del texto y las imágenes de esta columna.
※Nos gustaría agradecer al Museo de Accesorios de Pforzheim, al Museo de Arte de Toledo y a la galería deux poissons por su ayuda en la adquisición de las imágenes.
【Web original】
【Referencias movie】
Robert Smit Ban on Gold SD
GIJS BAKKER – OBSESSED! Jewellery Festival 2021